Adiós al malestar de las piernas gracias al árnica
Muchos de mis clientes me han preguntado de que forma pueden explicar los fundamentos científicos de la aromaterapia. Vivimos en una época en la cual la información se encuentra permanentemente disponible para todos y en la cual se ha creado una apertura hacia el conocimiento natural y los medios holisticos de curación. Sin embargo existen muchas personas que no solamente cuestionan las terapias complementarias, sino que además piensan que no existen fundamentos científicos para su uso.
Ahora analizaremos más sobre la forma en la cual la aromaterapia se ha desarrollado y la manera en la cual la ciencia ha analizado el fenómeno de la aromaterapia.
Aromaterapia v/s Ciencia
Los aceites esenciales son mezclas de varias sustancias
químicas biosintetizadas por las plantas, que dan el aroma
característico a algunas flores, árboles, frutos, hierbas, especias,
semillas y a ciertos extractos de origen animal (almizcle, civeta, ámbar gris).
Se trata de productos químicos intensamente aromáticos, no grasos (por
lo que no se enrancian), volátiles por naturaleza (se evaporan
rápidamente) y livianos (poco densos). Son insolubles en agua, levemente
solubles en vinagre, y solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites
vegetales. Se oxidan por exposición al aire. Se han extraído más de 150
tipos, cada uno con su aroma propio y virtudes curativas únicas.
Proceden de plantas tan comunes como el perejil y tan exquisitas como el
jazmín. Para que den lo mejor de sí, deben proceder de ingredientes
naturales brutos y quedar lo más puro posible.
El término esencias o aceites esenciales se aplica a las sustancias sintéticas similares preparadas a partir del alquitrán de hulla, y a las sustancias semisintéticas preparadas a partir de los aceites naturales esenciales. El termino aceites esenciales puros se utiliza para resaltar la diferencia entre los aceites naturales y los sintéticos.
Las plantas elaboran los aceites esenciales con el fin de protegerse
de las enfermedades, ahuyentar insectos depredadores o atraer insectos
benéficos que contribuyen a la polinización.
Los aceites esenciales son característicos de los magnoliales, los laurales, los austrobaileyales, y los piperales, y también de algunas familias no emparentadas con estos órdenes, como Myrtaceae, Rutaceae, las familias de apiales, Lamiaceae, Verbenaceae y Asteraceae.
Están presentes en distintas partes de la planta:
- en las flores (como en el caso de la lavanda, el jazmín y la rosa)
- en todo el árbol (como sucede con el eucaliptus)
- en las hojas (la citronela)
- en la madera (el sándalo)
- en la raíz (el vetiver)
- en la resina que exhudan (el incienso, la mirra y el benjuí)
- en la cáscara de los frutos (el limón, la naranja y la bergamota)
Dentro de los tejidos vegetativos, se encuentran en células esféricas o diferentes cavidades o canales en el parénquima, y cuando dan el olor a las flores, se encuentran en las glándulas odoríferas, desde donde son liberados.
Los aceites esenciales son muy inestables: volátiles, frágiles, y
alterables con la luz. Para obtenerlos de la fuente natural, se utilizan
principalmente dos métodos:
- Destilación en corriente de vapor (o por arrastre de vapor).
- Extracción, que puede ser por presión en frío (exprimiendo sin calentar), por enfleurage, entre otros. También se pueden extraer aceites esenciales mediante su disolución en aceites vegetales (almendra, durazno, maní, oliva, sapuyul).
Son muy concentrados, por lo que sólo se necesitan pequeñas
cantidades para lograr el efecto deseado (del orden de los miligramos).
También se pueden sintetizar en forma artificial, que es la manera
más habitual de obtenerlos, debido a que la gran demanda de estos
productos no llega a ser abastecida por las fuentes naturales.
Estructura química
Están formados principalmente por terpenoides volátiles, formados por unidades de isopreno unidas en estructuras de 10 carbonos (monoterpenoides) y 15 carbonos (sesquiterpenoides). Las sustancias responsables del olor suelen poseer en su estructura química grupos funcionales característicos: aldehídos, cetonas, ésteres, etc.
Cada aceite lo integran por lo menos 100 compuestos químicos
diferentes, clasificados como aldehídos, fenoles, óxidos, ésteres,
cetonas, alcoholes y terpenos. También puede haber muchos compuestos aún
por identificar.
Todos los aceites esenciales son antisépticos,
pero cada uno tiene sus virtudes especificas, por ejemplo pueden ser
analgésicos, fungicidas, diuréticos o expectorantes. La reunión de
componentes de cada aceite también actúa conjuntamente para dar al
aceite una característica dominante. Puede ser como el de manzanilla,
refrescante como el de pomelo, estimulante como el aromático de romero o
calmante como el clavo.
En el organismo, los aceites esenciales pueden actuar de modo
farmacológico, fisiológico y psicológico. Habitualmente producen efectos
sobre diversos órganos (especialmente los órganos de los sentidos) y
sobre diversas funciones del sistema nervioso.
También son utilizados en plantas para alejar a los insectos herbívoros.
Aceites esencial: Propiedades biomediadoras
Los aceites esenciales actuan de manera biologica catalizando los procesos internos del organismo. Cada aceite esencial es capaz de acoplarse a las estructuras membranosas de las celulas, mediante como receptores quiímicos y disparando procesos biológicos de síntesis. Algunos aceites esenciales poseen propiedades analgésicas similares a los AINE (aspirina, ibuprofeno), otros participan en la síntesis de colageno de manera similar al Ca++ (geranio y lavanda). e
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